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Real Alcázar de Sevilla
Desde la Alta Edad Media este recinto amurallado ha servido de residencia para reyes de diferentes épocas, contribuyendo así en cada caso a su legado arquitectónico.
La importancia de este impresionante complejo va más allá de su relevancia histórica, pues, además constituye uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos del país, en el que están reflejados varios estilos artísticos que van del mudéjar al renacentista.
Localizado en el corazón de la ciudad de Sevilla, el Real Alcázar de Sevilla es uno de los palacios más antiguos del mundo.
Plaza de España
Diseñada por el arquitecto sevillano Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929, la Plaza de España es un símbolo del abrazo entre la antigua metrópolis y sus colonias.
Su forma semielíptica y su inmensa superficie de 50.000 metros cuadrados la convierten en la plaza más imponente de España.
El canal que bordea la plaza, sus puentes representando los antiguos reinos, el lago semicircular y las torres gemelas, todo contribuye a la impotencia de la plaza.
Catedral de Sevilla
«Hagamos un templo tan grandioso que los que lo vieren labrado nos tengan por locos» fueron las palabras que impulsaron la Catedral de Sevilla, un edificio de colosales proporciones que no te dejará indiferente.
Entre los elementos que integran esta construcción gótica, podrás admirar el retablo mayor, considerado una de las obras más destacadas de la historia del arte o visitar el mausoleo de Cristóbal Colón.
Torre del Oro
Esta se construyó con objetivos defensivos en el siglo XIII, en el margen del río Guadalquivir. Con sus 36 metros de altura, la torre cuenta con tres cuerpos que reflejan diferentes épocas arquitectónicas.
Construida por los almohades en sus dos primeros cuerpos, y completada con un tercer cuerpo cilíndrico en el siglo XVIII, la Torre del Oro defendía la entrada fluvial hacia el Puente de Barcas y resguardaba el acceso al Arenal.
En la actualidad, cuenta con un museo naval en sus dos plantas visitables y terraza panorámica.
La Giralda
La Giralda se alza majestuosa con el patio de los naranjos y la descomunal catedral gótica. Esta torre, cuyos procesos de construcción se prolongaron del siglo XII hasta el XVI, fue durante muchos años la edificación más alta del mundo.
En su día fue la torre más alta del mundo con una elevación de 97,5 metros, además de ser una de las imágenes más famosas de la ciudad y de toda Andalucía.